Juguetes para Geeks

Juguetes para Geeks

Educación y diversión en el mismo paquete

 

Uno de los elementos que marcan nuestra niñez y que, posiblemente, determinan en alguna medida a qué nos terminamos dedicando son los juguetes. Los juegos infantiles son un entrenamiento para la adolescencia y la edad adulta en los que aprendemos modelos de conducta y otras habilidades que luego aplicaremos a tareas no necesariamente tan divertidas.

Una encuesta sobre los juguetes que más recordamos de nuestra infancia mostraría una desviación fácil de detectar entre la población geek y el resto: juegos de electrónica y química y vehículos de control remoto o robotizados han marcado muchas futuras carreras técnicas y científicas.

Algunos adultos conservan la capacidad de seguir jugando durante toda su vida y, posiblemente, está relacionada con la capacidad de seguir aprendiendo cosas nuevas. Por ese motivo, proliferan los juguetes e invenciones cuya utilidad práctica es pequeña, pero que proporcionan grandes dosis de diversión y de aprendizaje.

Además, es una forma perfecta de involucrar a toda la familia en actividades de ocio educativas.

LittleBits: electrónica para todos los públicos

AYAH BDEIR Y OPEN HARDWARE

Ayah Bdeir y OSH

Ayah Bdeir es la fundadora de Little Bits y una de las fundadoras de Open Hardware Summit. Este proyecto, que nace de la Open Hardware Association, reúne a las personas más relevantes dentro de la escena del hardware abierto: arquitecturas en las que las especificaciones son públicas y cualquiera puede llevar a cabo sus propias versiones. Proyectos como Arduino o Raspberry Pientran dentro de esta definición.

Entre los juguetes que destacan por su gran potencial de desarrollo está Little Bits. Esta startup fundada en New York, tiene como objetivo hacer que el uso que hacemos de la electrónica (7 horas y media diarias, según sus fundadores) deje de ser exclusivamente pasivo y seamos capaces de desarrollar nuestras propias creaciones.

Esto se plasma en una serie de componentes electrónicos diseñados para que resulte muy sencillo combinarlos entre sí y construir circuitos que cumplan con alguna tarea. Aunque se aprenden algunas bases de la electrónica, se reduce la complejidad técnica al mínimo. Esto permite que lo utilicen tanto niños a partir de 8 años como adultos y fomenta el pensamiento lógico.

Encadenando elementos de cuatro tipos (alimentación, entrada, lógica y salida), cada uno de ellos diferenciado mediante un código de colores, se pueden probar las ideas en minutos. Esto lo convierte en algo útil para padres y educadores y también para personas sin preparación técnica que utilizan Little Bits para incorporar a sus creaciones la electrónica que necesitan. Parte del equipo de Little Bits está formado por artistas y, de hecho, también van dirigidos a esta comunidad que comparte con los geeks altas dosis de creatividad.

Los componentes de Little Bits, fáciles de conectar e identificados con un código de color.

Los componentes de Little Bits, fáciles de conectar e identificados con un código de color.

Una parte importante de la mayoría de creaciones producidas a partir de los componentes de Little Bits no es electrónica. Se trata más bien de trabajos manuales, que sumados a los motores, luces y sensores integrados completan el desarrollo. Es decir, que fomenta la creación de prototipos que funcionen.

Las creaciones de los usuarios se pueden compartir en una comunidad formada en la  sección de projectos de su web, que también es un buen lugar para buscar ideas de qué hacer con nuestro flamante kit si no se nos ocurre ninguna aplicación práctica.

Entre las ideas más llamativas hemos localizado un despertador que se activa cuando el primer rayo de luz solar entra en el dormitorio, un sistema de apertura de puerta de garaje automatizada (a escala), un detector de presencia y todo tipo de juguetes y maquetas animadas.

La única pega que se le puede poner a este proyecto es que el precio de los componentes es elevado aunque, a juzgar por el número de piezas necesarias para la mayoría de creaciones, se pueden conseguir horas de diversión sin arruinarse a partir de uno de los kits básicos prediseñados.

Horizon Fuel y sus juguetes ecológicos

Las posibilidades de las tecnologías que tenemos a nuestro alcance son fascinantes pero (y siempre hay algún pero) tienen algunas desventajas. Las consideraciones ecológicas están entre las más preocupantes y, salvo para algunos neoluditas que proponen reducir el uso de dispositivos electrónicos, la respuesta a ellas es más tecnología. Ser capaces de producir la energía necesaria de forma limpia y conseguir que los dispositivos hagan más consumiendo menos son dos de los grandes retos de nuestra sociedad.

Una de las muchas empresas que desarrolla sistemas más eficientes, en este caso orientados a los vehículos eléctricos es Horizon Fuel. Esta compañía produce baterías portátiles de hidrógeno, así como las integradas en vehículos de diferente propósito (desde pequeños coches hasta autobuses y aplicaciones aeronaúticas).

Dentro de su vocación ecológica, en 2006 abrieron una nueva gama de productos con sus kits educativos. Se trata de coches propulsados por una de su células de combustible.

i-H2GO, su modelo más reciente, puede controlarse desde el smartphone o tablet (por ahora sólo iOS, pero prometen que la versión Android de la app está a punto de salir).

El hidrógeno necesario para propulsar este juguete se produce a partir de agua sin más emisiones que inofensivas moléculas de oxígeno (O2). La electricidad necesaria para la transformación se puede tomar por medio de un adaptador que va a la red eléctrica o a partir de un pequeño panel solar.

PROPULSADO POR HIDRÓGENO

i-H2GO, propulsado por hidrógenoEl i-H2Go es un coche teledirigido propulsado por células de hidrógeno que puedes recargar en casa usando un adaptador eléctrico o produciendo la electricidad mediante paneles solares.

Precio (aproximado): 175 € + gastos de envío

También disponen de otros kits que tienen como aliciente generadores eléctricos movidos por energía eólica e incluso materiales para centros educativos que quieran formar a sus alumnos en el funcionamiento y las ventajas del uso de energías renovables.

Este año, un coche a escala movido por este sistema de células de hidrógeno completó una versión “mini” de las 24 horas de Lemans que se celebra anualmente en Francia.

Además, como el objetivo de Horizon es difundir y formar a jóvenes talentos en el desarrollo de energías renovables, también tienen una competición propia. Lleva celebrándose algún tiempo en Singapur y ahora se establece en otros puntos del planeta, entre ellos, Europa.

Hasta el infinito, y más allá

Si lo nuestro es superar límites, nada como adentrarse en la carrera espacial. Aunque sea a escala. Y, ¿qué sería de la carrera espacial sin cohetes? Te sorprenderá saber que hay una comunidad dedicada a la construcción de estos artefactos y a probar hasta dónde son capaces de llegar.

Dado que el diseño y construcción de un prototipo de cohete puede resultar complicado, lo mejor es empezar por alguno de los kits existentes, que van desde los modelos más básicos hasta los propulsados por motores por etapas. Al estilo del los utilizados en cohetes “de verdad”, pero con combustibles más fáciles de conseguir y, claro está, con menos limitaciones legales.

Mantenerte dentro de la legalidad es algo que debes tener en cuenta. El uso de estos aparatos está permitido, al igual que los radiocontrolados, siempre que no se produzca en zonas restringidas y con un límite de altitud que está situado en unos 300 metros (AESA). Algunos de estos modelos alcanzan una altitud máxima de 600 metros, así que hay que tener cuidado con este particular.

Cohete modelo Alpha rocket (www.estes.com)

 

Los modelos más básicos no requieren apenas montaje y son realmente asequibles. Por menos de 50 € puedes tener un kit de iniciación con todo lo necesario para ponerte en marcha: el cohete, una base de lanzamiento, varios motores y el pequeño paracaídas que se abre cuando el cohete ha terminado la ascensión para asegurar que vuelve a tierra en condiciones para la siguiente misión. Puedes encontrar todo tipo de modelos en www.estesrockets.com

A partir de ahí, el límite es tu imaginación. Hay cohetes más grandes, motores más potentes y accesorios como altímetros que puedes incorporar al cohete para calcular con precisión hasta qué altitud ha llegado.

¡Estos son los androides que buscaba!

TALLERES DE ROBÓTICA

Aunque parezca un conocimiento arcano, al alcance sólo de unos pocos iniciados, todo el mundo puede iniciarse en los misterios de la robótica.
Para ello, hay diferentes empresas y asociaciones que organizan cursos, habitualmente de pocas sesiones, en los que se adquieren los conocimientos básicos para ponerse manos a la obra. A partir de ahí, está en tu mano que esta afición sea un mero divertimento o que termines desarrollando la aleación Z y construyendo un robot gigante pilotado por un intrépido joven japonés.
Aquí te mostramos algunos recursos de sitios donde ofrecen cursos de introducción:

  • Juguetrónica, tienda de juguetes especializada en Madrid.
  • IEARobotics, asociación especializada en robótica e impresión 3D (entre otras cosas chulas). El nivel técnico es más elevado.

En un artículo como este no pueden faltar los robots. Mitificados por Asimov y presentes en cualquiera de las grandes sagas de la ciencia ficción, todos hemos soñado con tener a nuestra disposición un amigo de aluminio anodizado que nos ayude con las tareas domésticas, pasée al perro y desintegre a algún pesado cuide de nuestra paz interior.
Si bien todavía no hemos llegado a ese grado de perfección, los robots que podemos utilizar en la actualidad en el ámbito doméstico resultan bastante divertidos. Puedes adquirir modelos ya creados o kits para su construcción. Y, si cuentas con las habilidades técnicas necesarias, puedes también diseñar y programar tu propio robot.

Al contrario de lo que el cine y la literatura nos suelen contar, la mayoría de robots no tienen aspecto humano. Ni siquiera se trata de humanoides. La inspiración suele proceder de otros seres vivos, en particular insectos (¿de verdad nos producen asco o los mamíferos sentimos envidia de su capacidad de adaptación?), o de dispositivos y vehículos robotizados reales, creados con algún fin muy específico y diseñados según criterios funcionales. Naturalmente, hay excepciones. A nadie se le escapa que el popular Wall-E es una versión más amable de la Mars Rover pero, por regla general, estamos más acostumbrados a imaginar robots con aspecto similar al nuestro o al de Robin Williams.

Además de humanos y animales, algunos modelos están basados en vehículos. Foto: http://www.vexrobotics.com/

Además de humanos y animales, algunos modelos están basados en vehículos. 

Las opciones que tienes para comenzar son muchas. Existen kits prediseñados especiales para principiantes, que van desde sencillos ingenios con forma de insecto de muchas patas hasta los robots humanoides. Entre otros, son muy recomendables kits como los de Robotis, pero un vistazo a las tiendas especializadas que puedes encontrar tanto offline como online te ofrecen un montón de opciones.

Como ves, los juguetes educativos “hi-tech” pueden ser la pista de despegue para desarrollar una afición o, quien sabe, para sembrar una semilla interesante en futuros científicos e ingenieros. En todo caso, son una forma divertida de aprender y de que padres y madres compartan tiempo de calidad con los más pequeños de la casa.

Visita nuestra sección de Robótica http://bit.ly/2guF8Sl

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